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Adiós silenciado.


Un recuerdo de una noche de verano 
que no quiere dejar de ser.
Una foto de un ayer que ya no vuelve, 
y que intentamos rescatar a toda costa. 

Viejos, 
    Fuertes 

                       Y solos. 

Dolidos de pasado,
ahogándonos en un presente 
que no deja paso al futuro. 
Pudriéndonos de “quizás” 
y atrapados en los “tal vez mañana” 
que suenan en bucle 
                         
                           y sin resultado.

Rutas en otros mapas, 
Sueños en otras camas, 
Risas en otras bocas.
Almas en otros mundos.
Laberintos sin salida 
Y una luz sin perspectiva.

Un grito al aire,



                         Y un adiós que no se escucha.




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